Los cambios en la dieta de los ancestros de los perros, los lobos, que empezaron a consumir alimentos ricos en almidón con el desarrollo de la agricultura, fueron fundamentales en su domesticación hace 10 mil años, según un estudio publicado por la revista Nature.
Investigadores de la Universidad de Uppsala, en Suecia, apuntan que los genes de estos lobos «se adaptaron» a una dieta que dejó de basarse únicamente en la carne para asimilar alimentos con alto contenido de almidón.
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