Los nuevos líderes de China están incrementando los controles ya de por sí estrictos en torno al uso de internet y las publicaciones electrónicas en el país tras una serie de bochornosos reportes en línea acerca de abusos de autoridades.
Las medidas sugieren que el nuevo líder chino, Xi Jinping, y otros que asumieron el poder en noviembre comparten la preocupación de sus predecesores en torno al potencial de la internet para extender la oposición al gobierno de un solo partido, así como su insistencia en controlar la información a pesar de las promesas de que habrá más reformas económicas.
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