El verano empezó antes que de costumbre y fue extremadamente caluroso y seco. El otoño, mientras tanto, desató el temporal Sandy sobre la zona nororiental estadounidense, donde esos fenómenos son inusuales.
Estados Unidos resultó este año un vivo ejemplo de los cambios climáticos que se están gestando en el planeta. Y lo ocurrido no debería llamar la atención, ya que el año previo también se batieron muchos récords. «Llevamos dos años con eventos intensos», comentó Deke Arndt, director del Centro Nacional de Información Climatológica. «Ojalá el 2013 sea un año aburrido».
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