El rock and roll nunca morirá, aunque sí es una ocupación peligrosa. Un nuevo estudio confirmó que los músicos de rock y pop mueren de manera prematura con más frecuencia que la población general, y esta probabilidad llega a duplicarse entre los solistas, comparados con los miembros de bandas.
Investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool estudiaron a mil 489 estrellas de rock y pop que se volvieron famosos entre 1956 y 2009, desde Elvis Presley a los Arctic Monkeys, y hallaron que 137 de ellos 9.2 murieron, lo que representa «mayores niveles de mortandad que los individuos demográficamente semejantes en la población general».
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