Modificar los horarios de comida puede ser una causa importante de trastornos en nuestro metabolismo. La sincronización circadiana es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo humano y alterarla conlleva a desajustes en el organismo que podrían contribuir al problema de obesidad que actualmente vive la población mundial.
Los ritmos circadianos son resultado de los ciclos de la Tierra. El día y la noche imponen retos de adaptación a nuestra conducta y órganos: durante el día estamos activos, despiertos, comemos y tenemos funciones digestivas; por la noche dormimos, descansamos, se reparan los tejidos, entramos en un estado de ahorro energético y nos baja la temperatura.
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