El moho que avanza lentamente por la columna vertebral de cientos de personas infectadas por inyecciones contra el dolor de espalda ha abierto un campo virgen en la investigación y atención médica.
Nunca antes se había atribuido a este hongo un caso de meningitis. El agente infeccioso resulta increíblemente difícil de diagnosticar y de eliminar: hacen falta al menos tres meses de un tratamiento que puede causar alucinaciones.
Ver completo en: El Universal