El Observatorio de Dinámica Solar observó la noche del 22 de octubre una llamarada solar con una potencia de X1.8, una ráfaga de alta intensidad, según la escala que usan los científicos. Sus efectos ya se hicieron ver en la atmósfera de la Tierra.
De acuerdo a la NASA, la explosión provino de la mancha solar AR1598, una de las más activas en el lado izquierdo del Sol y que ya ha provocado otras bengalas, aunque éstas con una débil intensidad.
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