En el hall plagado de mosquitos de un edificio en el centro de Ciudad de México, cientos de aspirantes a convertirse en el próximo Mark Zuckerberg se reúnen para crear una nueva industria en el gigante de América Latina, cada uno con una aplicación.
«!Hola, geeks!», saludó un orador estadounidense, usando una palabra que identifica a los amantes de la tecnología ante un público de empresarios especializados en una «hackhaton» de 48 horas, realizada recientemente y presentada como un concurso de desarrollo de aplicaciones.
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