Investigadores encontraron pruebas que sugieren que Estados Unidos puede haber desarrollado tres virus informáticos hasta ahora desconocidos para usarlos en operaciones de espionaje o en una «ciberguerra».
Los descubrimientos posiblemente refuercen la creciente idea de que el Gobierno estadounidense está usando más cibertecnología de lo que se creía para proteger sus intereses en Oriente Medio. Estados Unidos ya ha sido relacionado con el troyano Stuxnet que atacó el programa nuclear iraní en el 2010 y con la sofisticada ciberherramienta de vigilancia Flame, que fue descubierta en mayo.
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