Hay láseres que se usan para señalar algo importante en una conferencia, y otros que funcionan como un bisturí muy preciso para cortar tejido vivo en una cirugía. Pero nuevas aplicaciones se ensayan con haces de luz que atrapan átomos y los detienen hasta dejarlos quietos -los físicos les dicen átomos fríos-, mientras otros empujan partículas, sin tocarlas, y logran que se muevan hacia un punto focal.
En el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la UNAM, ubicado en Juriquilla, Querétaro, Luz María López Marín (QFB) y Víctor Manuel Castaño Meneses (físico), han fundado el Laboratorio de Nanobio-óptica, un sitio donde la física se introduce en sistemas biológicos con el uso de pinzas ópticas que son, literalmente, herramientas de luz.
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