El doctor Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, es uno de los principales científicos que trabaja en la misión del robot Curiosity de la NASA, que retoma el objetivo de buscar si hay o hubo vida en Marte, tarea que había sido descartada por la agencia espacial estadunidense después de las misiones Vikingo en los años 70, pero el especialista mexicano demostró con un experimento que los análisis de esas misiones pueden estar equivocados.
“Descubrimos qué fue lo que impidió que se detectara materia en las misiones anteriores. Nuestra colaboración hizo que se modificara el diseño para evitar incurrir en las mismas fallas”, precisó el científico en un comunicado.
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