Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, evidenció que el consumo de bebidas azucaradas no tienen relación con el sobrepeso que puede tener una persona, aunque confirmó que el exceso es un factor que aumenta el riesgo de obesidad.
La investigación se realizó con niños y adolescentes de entre 2 y 18 años, éstos fueron divididos dependiendo su sexo y su edad en 6 grupos. El estudio consideró diferentes bebidas como refrescos, bebidas saborizadas, malteadas, café y tés, así como la frecuencia de consumo.
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