Una nueva tecnología permite utilizar proteínas de seda para fabricar una especie de envoltorio molecular que permite almacenar vacunas y antibióticos sin refrigeración durante meses, e incluso años.
Además, puede adoptar una variedad de formas como microjeringas y microvesículas, que permiten que estos medicamentos sin refrigerar se almacenen y administren en un único recipiente.
Ver completo en: El Universal