Las células sanas que rodean a un tumor contribuyen a que las células cancerígenas se vuelvan resistentes a la quimioterapia, según dos investigaciones estadounidenses que publica hoy la revista científica Nature.
En muchos tipos de cáncer, los tratamientos personalizados han logrado erradicar las células cancerígenas en el laboratorio, pero sólo han conseguido una respuesta parcial en los pacientes, por lo que los investigadores tratan de averiguar a qué se debe esta resistencia.
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