El rey de las tortugas de las Galápagos ha muerto, viva el rey. El Solitario George, el último de su tipo, se convirtió en un símbolo global de los intentos por salvar a su especie, ha muerto, pero no sin dejar un sucesor en el trono.
Este es el prolífico Diego, un quelonio mandón y macho, que al engendrar a más de 800 descendientes ha salvado de la desaparición a otra especie de tortugas gigantes en Galápagos.
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