Una casa con paredes interactivas, donde al acercarse pueda obtener información sobre el clima, noticias, ver videos, fotografías de Twitter o Instagram; un automóvil que reconozca el rostro del conductor para arrancar y brinde información en tiempo real sobre el tráfico; o kioscos digitales que reproduzcan virtualmente una tienda donde el consumidor pueda comprar desde una pantalla táctil, son algunos ejemplos de tecnologías que se desarrollan en los laboratorios de Intel.
Estos escenarios sólo serán posibles si en países como México los gobiernos junto con las empresas y proveedores de servicios de telecomunicaciones aumentan su colaboración e inversiones en investigación para el desarrollo y despliegue infraestructura para aumentar las capacidades de banda ancha y redes inalámbricas que soporten la nueva era interactiva.
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