Las empresas surcoreanas fabricantes de televisores invierten miles de millones de dólares en el desarrollo de nueva tecnología para producir pantallas más delgadas y de una definición sorprendente.
El sector escenifica este costoso esfuerzo como parte de su más reciente grito de innovación ante las dificultades que afronta para impulsar las ventas, debido a que los consumidores se sienten seducidos por los superteléfonos y las computadoras tipo tableta.
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