Frente a frente, un par de robots de casi un metro de altura se preparan para disputar entre sí un esférico del tamaño de una pelota de tenis en un espacio similar a un campo de futbol a escala. El ganador será el que logre anotar un gol en la portería contraria, protegida por un arquero también robot.
Los robots, hasta ahora desarrollados, aún no son perfectos: luchan por mantenerse de pie y operar en ambientes de iluminación cambiantes y superficies físicas imprevistas; pero hay avances y el desarrollo de habilidades robóticas en el mundo será puesto a prueba esta semana.
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