Los científicos han identificado la estructura que hace tan duro y destructivo los golpes con los cuales las tamarutacas, conocidas también como mantis marinas, quiebran la concha de moluscos e incluso el vidrio de los acuarios, informa hoy la revista Science.
Los crustáceos, sumamente agresivos y cuyo nombre científico es Odontodactylus scyllarus, miden entre 3 y 18 centímetros de largo y están equipados cerca de su boca con un apéndice de unos 5 milímetros de ancho con el cual atacan a los animales protegidos con estructuras altamente mineralizadas.
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