Lucy no estaba sola. Tenía la compañía de otro prehomínido que también caminaba erguido, pero que pasaba más tiempo en los árboles.
Hasta ahora no había pruebas de que otro pariente de los humanos viviera en la misma era que la especie conocida por los restos fosilizados de Lucy, pero el hallazgo de un fósil reveló que había otra criatura hace unos 3 millones de años.
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