? El aumento del nivel del mar en la costa oeste de América del Norte, estimado en cerca de un metro para finales de este siglo por el cambio climático y el deshielo de los glaciares polares, ha motivado a los científicos a planificar cómo encarar ese escenario sombrío.
Pocas personas que viven en territorios costeros y comunidades isleñas en el mundo quieren enfrentar las consecuencias de la eventual subida de los océanos: el fin de un estilo de vida a orillas del mar, la inudación de sus ciudades, y la pérdida de sus campos de cultivo.
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