Pidieron cuarzo traslúcido, puro y blanco, y les compraron cuarzo opaco, impuro y veteado.
El arquitecto César Pérez Becerril, autor de la Estela de Luz, acusó ayer que el monumento, que elevó el costo de 400 millones a más de 900 millones de pesos, se está convirtiendo en un «pequeño monstruo».