Ante la falta de talento en la región, se tienen que importar de otros estados o incluso de otros países, refieren autoridades educativas.
La vocación industrial y manufacturera de Baja California, en la que Tijuana juega un importante papel, tiene un enorme “pero”: No hay suficientes ingenieros que cubran las demandas del mercado local, por ello las empresas han tenido que voltear a los estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Jalisco y Durango para cubrir los huecos, afirman académicos de las principales instituciones educativas de la región.