Uno de los impulsores de la idea nos alerta de cómo las Big Tech están aprovechando las passkeys para encerranos aún más en sus ecosistemas.
La visión inicial de la tecnología en la que se basan las passkeys era totalmente abierta. El objetivo era el mismo: plantear una alternativa que nos permitiera deshacernos de las contraseñas, pero la forma de conseguirlo se está corrompiendo.
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