Si echo la vista atrás en mi historia tecnológica, entre mis primeros recuerdos están en los chats de Terra, el Messenger, mi primer correo electrónico de Hotmail y por supuesto, el todopoderoso buscador de Google. Después de tener un par de cuentas de correo electrónico con direcciones vergonzosas (que tire la primera piedra a quien no le haya pasado), di el paso a una dirección más seria con Gmail. A lo largo de estos años he tenido que tomar una serie de decisiones de compra y uso, hablo de sistemas operativos y dispositivos… y ante la duda, Google siempre estaba allí. Una de las grandes baza de Google es que posee un ecosistema abierto, pero la realidad es que más pronto que tarde he descubierto que estaba atada a la gran G ad aeternum.
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