Incertidumbre, irritación, tristeza, miedo, rabia, angustia, desesperanza, son algunos de los sentimientos que abundan entre los millones de niños en México y en todo el mundo que, a raíz de la pandemia de COVID-19, permanecen en casa sin poder realizar sus actividades cotidianas. En México, a partir de la Jornada de Sana Distancia, niñas y niños dejaron de acudir a la escuela, de ver a sus amigos, jugar en los parques, salir de viaje, ir al cine o caminar por las plazas comerciales, para verse obligados al confinamiento, perdiendo su rutina académica y social.
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