Cuando se habla de gravedad, la mayoría de las personas piensa en Isaac Newton y una manzana cayendo de un árbol, pero pocos pueden imaginar una red de diminutas ondas gravitacionales, que son el tiempo y el espacio mismos.
El origen de estas ondas fue hace más de mil millones de años luego de la fusión resultante del choque de dos agujeros negros que perturbó el espacio-tiempo con una potencia descomunal, provocando que cientos de miles de años después, los humanos podamos tener constancia de su existencia.
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