En mayo de este año la compañía de mensajería WhatsApp reconoció una vulnerabilidad dentro de la aplicación que dejaba un hueco de seguridad dentro de la app, y que permitía a los ciberdelincuentes tener acceso a la red social para escuchar y espiar los mensajes de los usuarios. Tras este incidente, la firma, pidió que los usuarios actualizaran su app para evitar contratiempos.
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