Cuando se cumplen 50 años de la llegada del Apollo 11 a nuestro satélite aún quedan apoloescépticos que dudan de una de las mayores hazañas de la humanidad. Se basan en teorías que giran en torno a dos ejes. De un lado, que aún no se disponía de la tecnología suficiente como para lograr alcanzar la Luna, y de otro, la necesidad de EU de lograr la victoria en la carrera espacial, liderada entonces por los soviéticos.
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