Un régimen a base de maíz transgénico administrado durante seis meses a ratas no afectó su salud ni a su metabolismo, según un estudio publicado en la revista Toxicological Sciences.
El texto hecho público el pasado miércoles contradice una polémica investigación del profesor francés Gilles-Eric Séralini sobre la toxicidad del maíz OGM (Organismo Genéticamente Modificado) NK 603.
La Autoridad Europea Alimentaria (Efsa) rechazó el estudio de Séralini en 2012 por sus «importantes lagunas constatadas en la concepción y la metodología» de la investigación, que concluyó que existía un alto riesgo de tumores mamarios y de lesiones hepatorrenales para las ratas alimentadas con maíz NK 603.
Leer más en: VANGUARDIA.