Muchos padres estarán de acuerdo: uno de los temas más importantes, aparte de la enorme responsabilidad de cuidar una nueva vida, es la falta de sueño.
Dormir mal constantemente puede generar tensiones entre la pareja y llevar a problemas de salud graves, como la depresión postnatal.
Incluso si el bebé es «un buen durmiente» es inevitable que los padres de los recién nacidos hayan tenido noches con interrupciones, al igual que muchas generaciones antes que ellos.
¿Podemos confiar en la tecnología del siglo XXI para ayudar a aliviar este problema tan antiguo?
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