A principios de este año, Mark Zuckerberg insistió en la conferencia anual de desarrolladores de Facebook que su compañía “nunca estará desprevenida… de nuevo” ante los esfuerzos de intromisión y desinformación que realizaron los trolls rusos en su plataforma durante el periodo previo a las elecciones de 2016.
Sin embargo, el gigante de las redes sociales y sus competidores aún podrían estar mal preparados para su próximo gran desafío: videos falsos que parecen tan reales que uno pensaría que el expresidente estadounidense Barack Obama realmente llamó al presidente Trump “dipshit”.
Plataformas como Facebook, Twitter y YouTube han estado trabajando recientemente para lidiar con amenazas planteadas por la desinformación y la intromisión que no vieron venir, pero ahora enfrentan una forma emergente de desinformación que ya saben que está en el horizonte: los deepfakes: videos manipulados que eventualmente engañarán incluso a los ojos más perspicaces.
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