Al norte de Mozambique, sobre un monte escarpado al que solo se llega escalando una pared de 125 metros de alto, había un bosque que había permanecido inexplorado y oculto a la ciencia. Hasta que, a más de 8.000 kilómetros de distancia, un biólogo británico lo encontró en su computadora.
Julian Bayliss escudriña desde hace años el continente africano a través de Google Earth en busca de territorios recónditos que alberguen ecosistemas por descubrir.
Así fue como este profesor de la Universidad de Oxford se topó con el Monte Lico y el bosque de un kilómetro de largo que se extiende sobre él.
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