No lo notamos pero todo el tiempo le estamos informando a nuestros teléfonos inteligentes qué hacemos, qué pensamos, qué sentimos, dónde estamos y qué necesitamos. De manera imperceptible este dispositivo registra nuestras acciones al caminar, subir escaleras, realizar búsquedas en internet, postear cosas en redes sociales, realizar compras online y casi cualquier actividad que realicemos.
¿Cómo es que el smartphone aprende todo eso de nosotros? Básicamente gracias a varios sensores y nuevas tecnologías de cómputo cognitivo capaces de aprender de las personas.
A nivel de hardware, es decir, de los objetos físicos, mecanismos y circuitos que hay en los smartphones, los sensores son los responsables de registrar nuestra actividad. Uno de los más importantes es el “acelerómetro”, el cual se encarga de registrar la aceleración con la cual se mueve el smartphone y, como por lo general siempre cargamos este dispositivo, pues registra ese movimiento como nuestro.
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