Probablemente eres consciente de que tu teléfono sabe mucho sobre ti. Pero hay un pequeño sensor entre los entresijos de conectores y chips que componen el aparato capaz de medir algo en lo que tal vez nunca te habías parado a pensar: la velocidad angular.
En otras palabras, cómo agarras el celular; si está vertical, horizontal o inclinado.
Esa medida se transforma después en una señal eléctrica que el dispositivo procesa de forma inmediata.
Y no solo explica la rapidez o lentitud con la que lo mueves entre tus manos, sino que, además, puede dejar al descubierto tu código PIN o las conversaciones que mantienes.
Leer más en: BBC.