El gigante tecnológico Google afirmó hoy que no empleará la inteligencia artificial para crear armas o métodos de vigilancia que violen los derechos humanos, aunque sí seguirá colaborando con los Gobiernos en proyectos militares.
La empresa respondió así a la publicación de una carta, firmada por más de cuatro mil de sus empleados, en la que se denuncia el posible uso de la inteligencia artificial en un programa gubernamental estadounidense, conocido como Project Maven, para mejorar la precisión del ataque de drones.
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