Investigadores en Estados Unidos y Reino Unido diseñaron accidentalmente una enzima que se come el plástico y puede ayudar de manera eventual a resolver el creciente problema de la contaminación por este material, reveló un estudio.
Más de ocho millones de toneladas de plástico son tiradas a los océanos cada año, y cada vez aumenta más la preocupación por el legado tóxico que estos productos derivados del petróleo dejan sobre la salud humana y el medio ambiente.
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