Hace un par de meses anunciamos que un grupo de investigadores había secuenciado el genoma del ajolote mexicano por primera vez con el fin de entender y replicar el comportamiento regenerativo de esta especie.
Este anfibio resultó llamativo porque ademas de conservar su aleta dorsal de renacuajo y sus branquias externas, también tenía la capacidad de regenerar sus extremidades y órganos. Por ejemplo, puede recrear su cola, patas, corazón y cerebro.
Leer más en: Muy Intersante.