El aparato utiliza una especie de turbinas que impulsan el aire hacia abajo, con lo que podrá elevarse.
Edgar Herrera Vega creó un prototipo de un dron sin hélices y con mayor estabilidad ante el viento. Con éste ganó el máximo premio del diseño e innovación, un Red Dot.
“Normalmente los drones tienen un elemento muy llamativo en el centro y cuatro brazos muy pequeños. Empecé a hacer una investigación y me di cuenta de que había algo que se podía hacer en el diseño de los drones para aprovechar el flujo del aire y que tuvieran un vuelo más estable, que fueran menos peligrosos y, al mismo tiempo, que fueran más estéticos”.
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