Para muchos jefes, el uso de WhatsApp como herramienta de trabajo, soluciona muchos problemas de inmediatez y desde entonces, una práctica común ocupa la creación de grupos de chat entre colaboradores o trabajadores de un área.
Muchos piensan que esta “jugarreta”, es conveniente para los jefes y un problema para los subordinados.
La idea principal es que al ser un servicio de uso constante, que permite revisar la última conexión de los integrantes, se “obliga” a los empleados a contestar a la brevedad, lo cierto, es que su uso como herramienta de trabajo no debería fomentarse, en muchos lugares están comenzado a reflexionar sobre ello.
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