A casi dos años de que Fitbit comprara Pebble por 23 millones de dólares, la empresa se ha enfocado en mejorar sus sensores y funcionalidades encaminada a crear equipos, no solo de monitoreo, sino lo suficientemente inteligentes como para detectar cambios que permitan prevenir enfermedades o, por lo menos, lograr mantener un estado saludable en sus usuarios a largo plazo.
Fitbit Ionic es el primer aparato de la firma consecuente con ese camino. Es el primer gadget de la marca que dejó de ser solo una, sofisticada, banda contadora de pasos para convertirse más en un smartwatch.
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