¿Quién no ha comprado alguna vez por internet? En los tiempos que corren, resulta difícil encontrar una persona que no.
Es fácil, rápido y práctico. Pero implica ciertos riesgos. Y uno de los más temidos —y de los más habituales— es ser víctima de una estafa.
El más común es el llamado «fraude de tarjeta no presente» y ocurre cuando los datos del titular de la cuenta del banco son robados y usados de manera ilegal por otra persona.
Suele suceder a través de correos electrónicos «phishing» cuyo objetivo es engañar al receptor suplantando la identidad de la víctima. Otras veces, los ladrones usan programas maliciosos y el robo se comete en apenas unos segundos.
Existen algunas medidas que puedes poner en práctica para evitar los fraudes.
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