Durante el año, varias compañías de tecnología abrieron la cartera para adquirir a otras empresas que les permitirán, a través de sus desarrollos, enriquecer su portafolio o escalar su negocio.
Sin embargo, son pocas las que destinaron grandes sumas de dinero para hacerse de otras firmas. Una de ellas fue el fabricante de microprocesadores Intel, que compró a Mobileye, una corporación israelí que se encargó de desarrollar desde 1999 software y hardware para lograr la autonomía de vehículos.
Intel destinó 15,300 millones de dólares por Mobileye.
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