Microsoft lleva tiempo presionando a sus usuarios para que instalen la última versión de su sistema operativo, Windows 10. Pero esta vez ha puesto una fecha definitiva si no quieren tener que pagar por ello: el 31 de diciembre de 2017.
A partir del 1 de enero, quienes tengan Windows 7 u 8 ya no podrán actualizarlo gratuitamente.
En mayo del año pasado, la compañía tecnológica generó mucha polémica cuando puso en práctica un«truco sucio» -tal y como lo describieron sus críticos- que obligaba a actualizar el sistema sin la autorización del usuario.
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