A todos nos ha pasado, nos encontramos en un momento en el que sólo podemos esperar, como formado en una fila del banco, mientras viajamos en el transporte o en la consulta con el médico, y por inercia tomamos nuestro smartphone para distraernos un poco y evadirnos de la realidad con un entorno virtual.
Para mantener ocupadas nuestras manos y nuestra ansiedad, el diseñador austriaco Klemens Schillinger creó el «teléfono sustituto» como una forma de ayudar a los adictos a los teléfonos inteligentes a lidiar con su ausencia.
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