El país asiático está redoblando esfuerzos e inversiones en sectores como la inteligencia artificial y los autos eléctricos, frente a la competencia de Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha convertido la tecnología en un campo de batalla clave en las relaciones de Estados Unidos con China.
El mandatario lanzó una investigación sobre el presunto robo chino de propiedad intelectual de Estados Unidos a principios de este año. Pero algunos expertos dicen que una mayor preocupación son las grandes apuestas de Beijing sobre las tecnologías del futuro.
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