Primero, pega un salto para subir a la plataforma y luego da otro (con un leve traspié) para quedar de espaldas a la colchoneta.
Finalmente, hace un salto mortal hacia atrás.
Su aterrizaje es impecable y así lo marca, levantando ambos brazos sobre su cabeza.
El autor de la pirueta no es un gimnasta olímpico: es el robot humanoide Atlas, desarrollado por la firma estadounidense Boston Dynamics.
Este robot bípedo de 1,5 metros de altura y 75 kilos de peso, desarrollado para tareas de búsqueda y rescate, es uno de los más avanzados del mundo.
Leer más en: BBC.