«Ben tiene 13 años y tiene su propio celular. Lo usa principalmente para jugar, por lo que suele tenerlo en ‘modo silencio’, así que muchas veces me resulta muy difícil contactar con él», le explica a BBC Mundo en conversación telefónica.
Pero un día, Nick decidió hacer algo creativo para cambiarlo: inventar un sistema que le obligara a su hijo a responderle.
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