Muchos científicos están convencidos de que detrás de la descomunal magnitud de los huracanes Harvey e Irma está el cambio climático, pero, técnicamente, todavía no pueden decirlo alto y claro.
Los elementos de prueba están allí: subida del nivel del mar, «boom» de las temperaturas oceánicas, cambios atmosféricos, modelos informáticos que confirman la tendencia.
Pero falta un dato concluyente en ciencia del clima: la observación de ciclones durante un periodo suficientemente largo.
Leer más en: Informador.