En un país como México, donde la infraestructura para dar soporte energético a los coches eléctricos todavía está en desarrollo, los autos de rango extendido se colocan como una buena opción de movilidad. Esto porque fusionan las características de los vehículos con motores de combustión interna, con la autonomía que puede dar un sistema que hace girar las ruedas a través de la electricidad.
De hecho, el documento de Deloitte: ‘México y el futuro de la tecnología automotriz’ revela que 15% de los millennials mexicanos estarían dispuestos a comprar uno de estos vehículos en los siguiente cinco años. Esto porque son una generación que está buscando coches impulsados por energías alternativas y no sólo combustibles fósiles.
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